Desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al poder, la coalición opositora PRIAN ha insistido en que México transita hacia un gobierno dictatorial. Este discurso ha continuado con la presidencia de Claudia Sheinbaum, argumentando que el país esta destinado a seguir un camino autoritario que limita libertades y concentra el poder.
Sin embargo, para discernir si esta afirmación es válida, es crucial comparar las características de un gobierno dictatorial y uno democrático y observar si México realmente cumple con las condiciones de una dictadura.
Características | Gobierno Dictatorial | Gobierno Democrático | Situación en México (2018-2024) |
|---|---|---|---|
Concentración del poder | Alta, en un solo líder o partido sin contrapesos | Distribución en poderes independientes | Poder Ejecutivo fuerte, pero con Congreso y Poder Judicial activos |
Libertad de expresión | Limitada; medios controlados o censurados | Libertad para criticar al gobierno | Amplia libertad, pero fricciones con medios privados |
Elecciones | Ausentes o controladas sin competencia real | Libres, transparentes y competitivas | Elecciones libres con participación de partidos opositores |
Papel del poder judicial | Dependiente del Ejecutivo | Independiente del Ejecutivo | Suprema Corte y jueces han emitido fallos contra el Ejecutivo |
Derechos humanos y libertades | Restricción de libertades civiles y políticas | Protección de derechos civiles y políticos | Garantías de libertades civiles, aunque con retos en seguridad |
Participación ciudadana | Limitada; participación sancionada o nula | Promoción de participación ciudadana | Espacios de participación popular y referendos |
Conclusión
Aunque el gobierno actual ha implementado cambios que concentran ciertas funciones administrativas en el Ejecutivo, estas acciones no cumplen con las características esenciales de una dictadura. México continúa siendo un Estado democrático, con elecciones libres y división de poderes. La narrativa del PRIAN puede reflejar una preocupación legítima por el rumbo del país, pero carece de fundamentos sólidos al etiquetar al gobierno de AMLO y Sheinbaum como dictatorial. La crítica, si bien necesaria, requiere un análisis profundo de los elementos de control y participación que siguen activos en México.